La
Asociación Socio Cultural Drago de Sataute, celebró esta pasada semana el
primer Taller de Voluntariado en el municipio, buscando respuestas a la
creciente demanda de información sobre la nueva legislación que regula el
voluntariado, su funcionamiento y los requisitos que debe cumplir cualquier
colectivo para convertirse en entidades colaboradoras ciudadanas con capacidad
para gestionar voluntariado. El taller, donde
participó un técnico de la Oficina
del Voluntariado, celebrado el pasado martes
20 de julio, en la sede de la calle Gonzalo Medina, numero 7, se planteo como
una reflexión colectiva enfocada al relanzamiento el movimiento asociativo.
Asistieron
la concejala de participación ciudadana y el concejal de educación y cultura
del Ayuntamiento de Santa Brígida, así como representantes de varios colectivos
del municipio, se valoró que la ciudadanía organizada es la que permite la
verdadera participación ciudadana y que es desde ahí desde donde habría que
entender al voluntariado. Se comentó que el papel de los voluntarios no es
cubrir las necesidades básicas. Los derechos de las personas, los servicios
públicos, no deben ser llevados por voluntarias o voluntarios, esto
corresponde a las administraciones públicas que deben cumplir con su
responsabilidad en todos los ámbitos.
Se
debatió en torno a qué pasa cuando las administraciones no quieren o no pueden
cubrir esas necesidades por una razón o por otra, nuevamente la respuesta está
en la ciudadanía organizada en asociaciones conscientes de su papel,
participando en la vida pública. No es el político el que debe liderar a un
cuerpo de voluntarios individuales sino los propios ciudadanos los que lo deben
hacer, en caso contrario se vuelve a generar el clientelismo del
que a todas luces hay que huir, como habría que huir de la idea del
voluntariado desde un punto de vista sólo utilitarista y pensar, sin embargo,
en una ciudadanía corresponsable, unos ciudadanos y ciudadanas que participan y
deciden (y no sólo en asuntos sociales, también en cultura, educación, etc.).
Se habló
de la necesidad de un encuentro que reuna a diferentes agentes, incluyendo
asociaciones, universidades canarias y agentes estatales, para realizar
una reflexión conjunta sobre aspectos
normativos (Ley de las asociaciones o ley del tercer sector (es decir,
entidades –asociaciones- que prestan servicios); razón de ser del voluntariado como elemento transformador de
la sociedad, comprometido, estructuras
de participación como sería la Plataforma del voluntariado de Gran
Canaria; los Consejos del voluntariado, el papel del Cabildo como oficina insular o el papel de las
administraciones.
La gran
mayoría de los colectivos, integrados por personas generosas y altruistas, se
pueden convertir en entidades ciudadanas colaboradoras en asuntos de
voluntariado. Habría que manifestar en un acuerdo de la Junta Directiva que se
compromete a adaptar sus Estatutos por acuerdo de su Asamblea General para
convertirse a entidad colaboradora estando previamente inscrita en el Registro
público de asociaciones. Más información en la Oficina del Voluntariado:
Según
los datos de la Oficina de Información y Asesoramiento del Voluntariado del
Gobierno de Canarias (OIAV), en Canarias hay unos 32.000 voluntarios agrupados
en unas 7.000 asociaciones relacionadas con la ayuda a los demás. De estas,
casi mil colectivos desarrollan actividades relacionadas directamente con
voluntariado, 115 están acreditadas como entidades ciudadanas colaboradoras por
la Dirección General de Políticas Sociales, 91 realizan tareas relacionadas con
la cooperación al desarrollo y a la lucha contra la pobreza y la exclusión
social.
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